El año pasado, mi hija Candela disfrutó de su primer calendario de adviento. Me hubiera gustado hacérselo yo, pero por falta de tiempo, opté por la clásica caja de chocolatinas con ventanas, y aunque a ella, una super fan del chocolate, le encantó, me quedé con las ganas de que hubiera sido algo elaborado por mí.
Por eso, este año me he puesto manos a la obra y ya tiene su calendario de adviento.
Desde el principio tuve claro que quería que tuviera forma de árbol de navidad y colocarlo en una pared de nuestro salón.
En una de mis visitas a Ikea, compré unas bolsitas de regalo, que venían preparadas para hacer el calendario, pero que yo he personalizado con cositas que tenía en casa como troqueles de fieltro, washi tape, etiquetas o cintas. Y en vez de utilizar las pegatinas numeradas que venían, imprimí los números con un diseño diferente para cada día y los troquelé en forma de círculo festoneado.
Y así es, como ha quedado.
Ha sido muy entretenido hacerlo y Candela está como loca por empezar a abrir sus bolsitas y ver que sorpresa contiene cada día. Aunque me ha dejado claro su clara preferencia porque abunde el chocolate.
