La maternidad

Después de celebrar ayer el Día de la madre, creo que es la ocasión perfecta para reflexionar sobre lo que ha supuesto para mí el nacimiento de mis dos pequeñas. Teniendo en cuenta que hay tantas formas de vivir la maternidad como madres hay en el mundo, creo que no hay un modo correcto o perfecto de hacerlo.

Yo tengo la suerte de tener una madre maravillosa que me ha puesto el listón muy alto y me gustaría que dentro de unos años Candela y Valentina piensen que lo he hecho la mitad de bien que lo hizo su abuela conmigo y mis hermanos.

Creo que lo único necesario para ser buena madre son dos cosas, amor y paciencia. Y aunque no siempre es fácil y muchas veces es agotador, es lo mejor que me ha pasado. Ahora mis días son caóticos, divertidos, estresantes, sorprendentes, dulces y sobre todo, felices.

De hecho, felicidad plena, pura y a lo bestia es lo que sentí cuando nacieron. Tenía miedo al parto, a que algo pudiera salir mal, al dolor, a no estar a la altura... pero todo fue genial, y el instante de ver por primera vez sus caritas, se ha convertido en mi favorito del mundo mundial.

Algunas cosas han cambiado

• Ahora no tengo tiempo para ir a la peluquería con la asiduidad de antes, ducharme de forma relajada o peinarme en condiciones. Pero nada de esto tiene importancia cuando Candela me mira embelesada y me dice "Mami, estás muy guapa", aunque no vaya arreglada y esté sin maquillaje. Y es que la admiración de mi niña es el mejor subidón para mi autoestima
• Antes iba al cine (mi pasión) todos los fines de semana. Pero ahora es genial ir con Candela y disfrutar tanto como ella (o incluso más) de una estupenda película de dibujos animados y sus pegadizas canciones. Y es que no hay nada más divertido, que cantar juntas a pleno pulmón "Suéltalo, suéltalo..."
• Se han apoderado de todas las estancias de la casa. Pero no me importa que sus cuentos, juguetes, dibujos o ropa estén en cada rincón. Y es que son la mejor prueba de una casa vivida y disfrutada.
• Ya no duermo de un tirón. Pero sé que esto es pasajero. Y no cambio 8 horas de sueño por las carcajadas de Candela o la sonrisa de Valentina.

En definitiva, me han aportado novedades, preocupaciones, alegrías, aventuras, miedos, risas y amor, toneladas de amor. 

Porque como dice una canción: "How wonderful life is now you're in the world" (Qué maravillosa es la vida ahora que estás en el mundo)

¡Feliz semana a todos!