Este fin de semana ayudé a mi hermana a organizar en su centro hípico un cumpleaños de indios y vaqueros. Entre las actividades que se pueden realizar allí, está la celebración de fiestas y un lugar donde los caballos son los protagonistas no puede ser más ideal para esta temática.
Montamos la mesa en rojo, blanco y kraft. Cada niño tenía personalizado su asiento, gracias a unos imprimibles de Lola Wonderful (aprovecho para recomendaros visitar su web, hacen cosas preciosas, de hecho, ya os he hablado de ellas anteriormente porque les encargué un regalo muy especial y quedé encantada).
Al llegar, los niños se encontraban en su silla un sombrero de cowboy, en el caso de los chicos, y un tocado de plumas hecho a mano, las niñas.
Después de la merienda, los niños disfrutaron de un paseo a caballo y de varios juegos, que hicieron que la tarde pasara volando. Probaron su puntería lanzando anillas, comprobaron quien era el más rápido en la carrera de sacos y demostraron su agilidad colocándose el sombrero al son de la música.
Después de tanta acción, hicieron un pequeño descanso para degustar un delicioso bizcocho y que la cumpleañera soplara las velas, abriera los regalos y rompiera la piñata india.
El gran broche que cerró la fiesta, fue una hoguera en la que los niños pudieron "quemar" nubes.
Fue una tarde muy divertida en la que los niños se lo pasaron en grande y disfrutaron muchísimo. Ha sido el primero de muchos cumpleaños que se celebrarán allí y la experiencia no ha podido ser mejor.
¡Feliz semana!