Cumpleaños Caperucita roja

Cuando Candela iba a cumplir su primer añito, yo estaba de excedencia, la maternidad ocupaba todo mi tiempo y pensé que sería divertido celebrar una fiesta un poco especial, así que me puse a investigar por internet...y me quedé sorprendida de las maravillas que hacía la gente.

Desde el principio tuve claro que el tema sería Caperucita roja.

Y aunque, en comparación con los cumpleaños tan increíbles que vi, fue una celebración bastante sencilla, para mí siempre será especial porque fue la primera que organicé y porque descubrí lo mucho que disfruto preparando cada detalle.

Hice una guirnalda de "Cumpleaños feliz" para la mesa salada y otra de banderines (elaborada con servilletas y blondas) para la mesa dulce. Personalicé los vasos con el nombre de Candela y los cupcakes con toppers con el número uno y con una imagen de Caperucita. Todo en tonos rojo, verde y blanco.

Fue la primera vez que hice cupcakes y me gustaron tanto, que se han vuelto un clásico en todas mis reuniones. 

Me apetecía que los niños se hicieran fotos caracterizados de los personajes del cuento. Para Caperucita,  mi madre me hizo dos caperuzas (una para la cumpleañera y otra para los invitados), para el lobo compré un antifaz y para la abuelita, rescaté un gorrito de Candela y tomé prestadas las gafas de mi abuela.

Todos posaron encantados. Solo falta la foto de Hugo, el primo más pequeño, porque la idea de ponerse una careta con pelo no le agradó demasiado al pobre y prefirió declinar la oferta, con toda la razón del mundo.

Y luego llegó el momento de soplar las velas por primera vez.

Candela se lo pasó genial, y creo que esa fue la semilla de su pasión por las fiestas. Tanto es así, que hace una semana celebramos el cumpleaños de su muñeca Pepa (a la que adora), con bizcocho, regalo y soplado de velas incluido. Tiene a quién parecerse.